Sabemos que esa carita de la foto es irresistible. Estás desayunando y sentís esa mirada fija pidiéndote «un pedacito». Pero cuidado: esa tostada tan linda, si tiene chocolate, podría ser letal.
En Argentina somos muy de «convidar». El borde de la pizza, el hueso del asado o un pedacito de factura. Sin embargo, el sistema digestivo de tu mascota no procesa las grasas y azúcares como el tuyo.
La lista negra:
Chocolate: Tiene teobromina, que afecta su corazón.
Cebolla y Ajo: Pueden causar anemia (ojo con las sobras de tuco).
Uvas y Pasas: Altamente tóxicas para sus riñones.
Masas con levadura: Pueden expandirse en su estómago.
No se trata de ser malo, se trata de cuidarlos. Si querés mimarlo, usá snacks naturales como manzana (sin semillas), zanahoria o banana en pocas cantidades.
Amarlo no es darle todo lo que pide, es darle lo que necesita para vivir sano y fuerte a tu lado por muchos años.
El Peligro de las Alergias Ocultas
A veces, el problema no es que el alimento sea tóxico, sino que tu perro sea alérgico. Pollo, granos o ciertos conservantes pueden detonar una reacción grave.
¿Por qué esto es vital para su seguridad? Imaginá que tu perro se pierde. Un vecino bienintencionado lo encuentra y, para calmarlo, le da de comer lo que tiene a mano. Si tu perro es alérgico, esa «ayuda» puede terminar en una urgencia veterinaria.
La Solución QR Pets: En el perfil digital de tu mascota, tenés una sección específica de «Condiciones Médicas y Alergias». Quien escanee su chapita verá una alerta roja: «¡CUIDADO! SOY ALÉRGICO AL POLLO».
Información que salva vidas, accesible en un clic.