No nos mientas: si tenés un perro como el de la foto, tu ropa negra ya no es negra; es «gris peludo». La muda de pelo es natural, especialmente en los cambios de estación, pero un pelaje sano no debería caerse a mechones ni verse opaco.
El brillo del manto empieza por dentro. Si le das alimento de baja calidad, su pelo será lo primero en notarlo. Los ácidos grasos Omega 3 y 6 son el secreto mejor guardado para ese efecto «sedoso».
El ritual del cepillado: Muchos dueños lo ven como una obligación, pero debería ser un mimo. Cepillarlo 10 minutos, tres veces por semana, elimina el pelo muerto, activa la circulación de su piel y, lo más importante: es un momento de conexión único entre los dos. Además, ¡te ahorrás horas de pasar la aspiradora!
El cepillado no es solo higiene, es un masaje para el alma. Es el momento donde chequeás que no tenga pulgas, lastimaduras o bultos extraños. Tu mano es el mejor escáner de salud.
Tu Peluquero Canino: Un Aliado de la Manada
Bañar a un perro grande en la bañera de casa puede ser una misión imposible (y un desastre para tus cañerías). Por eso, las Peluquerías Caninas son fundamentales.
Un buen estilista no solo lo deja lindo; le corta las uñas, le limpia los oídos y revisa su piel.
¿Vas a la peluquería? Activá el Modo Seguro: El momento de entrar o salir del local es crítico. Muchos perros se asustan con los secadores y pueden intentar escapar.
Nunca le saques el collar: Asegurate de que entre con su identificación QR Pets puesta.
Dato en la Nube: En el perfil digital de tu mascota, agregá el teléfono de tu peluquero de confianza. Si se pierde en la zona del local, quien lo encuentre sabrá a quién llamar rápido.
Buscá el sticker de «Aliado QR Pets» en tu veterinaria o peluquería amiga y pediles tu mes de prueba.