Sentarse, dar la pata o quedarse quieto no son solo trucos para subir a Instagram. El entrenamiento básico es la herramienta de seguridad más importante que tenés. Un perro que responde al llamado «¡Vení!» es un perro que puede salvarse de cruzar una calle peligrosa.
En Argentina, todavía usamos mucho el «NO» a los gritos, pero la ciencia nos dice que el refuerzo positivo (premios y caricias) funciona el doble de rápido. Tu perro quiere complacerte; solo necesita entender qué le estás pidiendo.
La regla de oro: Sesiones cortas (5 minutos) y divertidas. Si te frustrás, cortá y seguí mañana. La paciencia es tu mejor correa.
Entrenar a tu perro no se trata de romper su espíritu, sino de construir un lenguaje común. Cuando él confía en vos, la obediencia llega sola.
Los 3 Comandos que Salvan Vidas
Más allá de dar la pata, asegurate de que tu compañero domine estos tres:
1. El Llamado («Vení»): Practicalo con premios ricos. Si vuelve a vos, ¡fiesta! Nunca lo llames para retarlo.
2. El Quieto («Stay»): Vital para evitar que salga disparado cuando abrís la puerta del auto o de casa.
3. El Soltá («Leave it»): Fundamental para que no coma cosas peligrosas en la calle (huesos de pollo, basura, etc.).
¿Y si el entrenamiento falla? A veces, el instinto gana y se escapan. Por eso, ningún perro «bien educado» debería salir sin su identificación.
Asegurá su regreso: Si se pierde, su chapita QR Pets habla por él. Quien lo encuentre verá tus datos y hasta si tiene medicación pendiente. Educalo con amor, protegelo con tecnología.